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¿Qué factor común une a Lancôme, Yves Saint-Laurent, Chloe, Germain de Cappuccini, John Galliano, Christian Lacroix? Bueno, aparte de que todas son marcas muy famosas y muy caras que nos prometen la belleza eterna. Y ¿Qué une a Daria Werbowy, Linda Evangelista, Carla Bruni entre otras, aparte de su profesión? Os daré un nombre: Javier Vallhonrat. Tal vez para muchos es sobre todo un gran artista, el fotógrafo, uno de los galardonados con el Premio Nacional de Fotografía. Y es que en la escuela siempre nos enseñaban que hay que tener un grado de desprecio hacia los trabajos por encargo en comparación con la obra personal, porque supuestamente el trabajo por encargo no queda impregnado por el alma del artista. Sin embargo aquí estoy yo, ignorando completamente los complejos discursos conceptuales, hipnotizada inexplicadamente por la mirada felina de Daria. Y no hace falta que me expliquéis sobre la vital importancia maquillaje, peluquería, estilismo, y sobre todo, como no, retoque digital. Trabajo en ello, sé como funciona. Pero todo en las enigmáticas imágenes de Javier Vallhonrat – la luz, las líneas, las formas, los colores – está en un grado de perfección tan inalcanzable que se fusiona dando paso a una magia envolvente. Tal vez yo sea superficial, doy demasiado importancia a la forma y me gusta mirar en los espejos. Pero me quedo hechizada por las imágenes de Javier, no puedo parar de mirarlas. Para mi esto es la belleza eterna. Y si algún día en mi vida tengo la divina suerte de encontrarme cara a cara con él le besaré los pies y le suplicaré que me enseñe.
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Nota: MISSOMMI es un estudio creativo de Barcelona dedicado a la fotografía de moda y publicidad.
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